221pipas, la monografía

A la carta en el Criterion (degustación)

El almuerzo del Holborn señalado en la entrada anterior no es, de hecho, la primera referencia sobre sitios gastronómicos londinenses que podemos encontrar en las páginas del canon. Unas pocas líneas antes, a comienzos de Estudio en Escarlata, el buen doctor describe el encuentro con su antiguo asistente médico del siguiente modo: estaba de pie en el Criterion Bar (1) cuando alguien me tocó el hombro, y al darme vuelta reconocí al joven Stamford... Dicha cita será única dentro de las sesenta novelas y relatos originales, pero la importancia histórica del comercio en cuestión no pasa desapercibida entre los estudiosos, especialmente por el hito trascendental que implican los instantes previos a la presentación formal de Watson y Holmes en Baker Street 221B, algunos párrafos después. Tan es así que el lugar presenta hoy numerosas placas conmemorativas dispuestas en las paredes del local por diferentes asociaciones sherlockianas de todo el mundo, así como medallas, grabados y demás ornamentos alusivos.


Durante un siglo y medio, el Criterion ha hecho las veces de bar y restaurante en la céntrica ubicación de Piccadilly 224. Abrió sus puertas en 1874 y prontó se alzó como sitio elegido por lo más selecto del espectro social. Debido a la generosa capacidad de sus salones, muchas organizaciones ligadas al ámbito cultural, económico y político celebraban allí almuerzos, cenas o reuniones adornadas por el té y los aperitivos. Algunos eventos documentados destacan la presencia de figuras como H.G.Wells, Winston Churchill, Edgard Wallace, G.K. Chesterton y Bertrand Russell, entre otros. A comienzos de la década de 1990 el Criterion inció un período marcado por diferentes administraciones, reformas, cierres y reaperturas que han ido opacando su antiguo esplendor, no obstante lo cual todavía resulta factible el hallazgo de viejas cartas en registros históricos. Así sucede con una antiquísima Table d'Hote (2) casi contemporánea con aquel encuentro ficcional entre Watson y Stanford (1884-1881 respectivamente), que me permitió descubrir cierto plato de pescado bastante singular: Codfish and Egg Sauce, o sea bacalao con salsa de huevos.


Vale aclarar que la palabra inglesa codfish se aplica principalmente al bacalao y en menor medida a algunos otros ejemplares de su misma familia (gádidos), como el abadejo o el merlán, todos exclusivos del hemisferio norte. En estas latitudes sudamericanas no hay bacalao fresco (sólo seco y carísimo), mientras que llamamos abadejo a una especie familiarizada con el congrio. Así, dejando de lado las definiciones puramente científicas, encaré el cometido de recrear aquel plato mediante unos australes cachetes de abadejo (pequeñas y sabrosas piezas de las mejillas) cocinadas al horno con un simple aderezo de sal, pimienta, toque de curry, aceite de oliva y limón. La egg sauce -que se agrega al servir- tiene diversas formulaciones, entre las cuales seleccioné una bien sencilla: huevos duros picados puestos en sartén con manteca, perejil y todo el fondo líquido que queda en la asadera luego de la cocción del pescado. ¿El resultado? Un plato marino original, bastante sustancioso, con mucho sabor, adecuado para combinar con vinos rosados y tintos ligeros.


Homenajeamos así a otro arquetipo victoriano apuntado en la epopeya holmesiana, que albergó a muchos contemporáneos reales del detective imaginario.

Notas:

(1) Bebiendo una copa, sin dudas. Leo Engel, un célebre bartender de origen alemán afincado en Nueva York, llegó a Londres hacia 1880 para instalar uno de los primeros bares especializados en coctelería dentro del Criterion. También publicó un manual sobre el tema de gran éxito editorial. Más adelante voy a subir una entrada con preparación y degustación de tragos apuntados en su libro, ya que varios están bautizados con el nombre del insigne restaurante: Criterion Punch, Criterion Reviver, Criterion Flip, etcétera. Considerando la perfecta coincidencia de situación, lugar y época, cualquiera de ellos pudo haber sido el que estaba disfrutando Watson cuando se encontró con Stamford.


(2) Menú de precio fijo, casi siempre con un par de opciones para entrada, plato principal y postre.

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